Regalando sonrisas.

A día de hoy, lo que más se ve son momentos de pena, momentos de tristeza, de malos momentos en general. Por eso todos debemos proponernos metas y objetivos. Cuando alguien aspira a algo, tiene muchas más expectativas que cuando no lo hace, simplemente por el hecho de que buscamos el cómo llegar a conseguir algo de diversos modos e incluso a veces vamos apoyándonos en un proceso que viene seguido de unos descartes, en los que si uno no se consigue por un medio se busca por el otro. Desde hace tiempo llevo a cabo proyectos, no siempre externos pero tampoco siempre internos, mi cabeza es como una fuente de Investigación y Desarrollo (I+D, lo llaman ahora) y desde hace tiempo vengo participando en diversos tipos de ayuda social tanto en comedores sociales, como con discapacitados. Que para cuando estuvo aquí en Madrid la JMJ su carpa se conocía como la carpa de "Capacitados en el amor". De aquí saque yo mis propias conclusiones, todos podemos dar amor y no hay excusa más valiente que la amargura de cada uno para no darla. Así que en este año que llevo después de este evento he buscado el sacar sonrisas allá por donde pasaba. Siempre había peleado por este, pero nunca con esta fuerza, y este va a seguir siendo mi propósito durante mucho tiempo. Cuando alguien esta feliz o contento realiza las cosas como si hubiera bebido miles de bebidas energéticas. Cuantos de nosotros habremos estado enamorados, y al finalizar la relación hemos pensado o nos hemos expresado como que lo dimos todo. Pues a eso me refiero, a que cuando alguien tiene un objetivo lo hace con muchas más ganas y que si lo haces feliz vas a generar más felicidad. Así que anímate este año para ponerte propósitos e ir cumpliendo tus metas y no olvides el regalar sonrisas al resto.