Un día hace no mucho, cogí y como siempre
observé el ambiente de mi alrededor. Hacía meses que no me planteaba observarlo
de ese modo, y me encontré con lo que no quería, todo había cambiado, mis
amigos, mi familia, mis sentimientos, mis conocimientos sobre la vida. Siempre
me he considerado inteligente, bueno más que inteligente, me consideraba
conocedor de muchas cosas. Desde pequeño me han pasado infinidad de cosas, no
siempre buenas, pero tampoco siempre malas, había de todo como en la vida de
todos, algunos recibimos más y otros menos palos. Te das cuenta que siempre te
habías considerado importante, siempre como el centro de todos, y vuelves a ese
ambiente y te encuentras en un extremo. En aquél extremo donde todo se ve mal,
se ve como las cosas han cambiado, como los vicios ganan a las grandes
personas, como la gente que siempre estaba cerca, ahora esta lejos o ya ni está.
Te das cuenta de que todos en fila india, corren detrás de lo que actualmente
se lleva, en lo que se considera típico, o más bien habitual en las persona
actual. ¿Nunca has mirado hacia algo y te has sentido atraido?¿Nunca cuando te
han dejado probar algo de manera gratuita, te has visto lanzado?¿Nunca has
visto algo de comida que te daban a probar y te apetecía y te has quedado sin
probar? Pues esto es igual, aquellas personas que un día empezaron cogiendo un
canape del plato, poquito a poco según se rellena el plato se olvidan del resto
y comen y comen canapés. Estas personas que todo el mundo tomaba como grandes
personas, ya no solo los de cerca si no los que los veían de lejos, y que ahora
son vistos como otro grupo cualquiera. De esos que no persiguen sueños y metas,
sino que se llevan por un vicio. Donde la amistad se rompe cuando de un gramo
de Maria se habla, y más si es regalado. Cuando intentas hacerles ver, que eso
no es bueno, y dicen por una vez, o por hacerlo de vez en cuando... Y ya no
pasa a solo fiestas sino que poco a poco entra a cada mes, cada dos semanas,
cada semana... Cada vez que te inviten a fumar... Cuando ya no hay un no como
respuesta, sino vale pero solo una calada. Cuando has visto a cantidad de gente
tirar su vida por aquella mujer de nombre Maria. Si llamo mujer a aquella
droga, porque engancha a todos los que la prueban, es como las mujeres te
llevan a mundo desconocidos y siempre interesantes. Pero les dejan en caminos
sin final, y para los que seguimos viéndoles casi a diario de alguna manera
irreconocibles, ya no solo en como actuan, sino entorno a que actúan.
¿Porque?¿Para que? Jamás lo sabremos, vivimos en mundo de locos, en mundo de
mares de penas y de sentimientos desaparecidos. Ojalá se den cuenta de al mundo
al que se dirigen siguiendo a aquella mujer, Maria.
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